Asteriscos del Panel Impacto Ambiental de los Huracanes

Asteriscos del Panel Impacto Ambiental de los Huracanes

*Dra. Heyddy Calderón, Directora del IGG-CIGEO: “los eventos hidrometeorológicos son los que causan más estragos en la población, principalmente las tormentas, las sequías y los huracanes; ahora estamos sufriendo el impacto de dos huracanes pero recientemente, en el 2015 y 2016, habíamos sufrido el impacto de la sequía, un problema del corredor Seco Centroamericano; en el 2017 tuvimos a la tormenta Nate que afectó la parte suroeste del país. A pesar de la magnitud de estos eventos, nuestro país sufrió menos el daño porque tenemos una cultura de prevención que se ha venido desarrollando durante estos años… Debemos motivar a los estudiantes de las zonas para ampliar las investigaciones existentes sobre riesgos aprovechando las tecnologías y las herramientas de las que disponemos”.

*Dr. César Arévalo, Docente de la FAREM Carazo: los recursos con que cuenta la Costa Caribe, la organización comunitaria y la respuesta temprana redujeron considerablemente los daños causados por el impacto de estos dos huracanes… Se estima en $ 2,878,411 el costo acumulados en daño de estos fenómenos, lo que equivale a varias veces el PIB de nuestro país… Para valorar el bosque ahora se debe tomar en cuenta además del daño a la producción de leña y de madera, aunque también es relevante valorar el aporte de ellos a la protección. Para los sistemas agropecuarios sería bueno trabajar con diseños de planificación de fincas y planes maestros que sugieran cómo se deben tratar las distintas alturas de una cuenca para frenar el deterioro causado por el arrastre del agua… Nuestro país tiene un resguardo de alimentos de tres meses, de manera que cualquier evento que suceda no tendrá un impacto a corto plazo en la economía y abastecimiento; sin embargo, las medidas que se tomen en este momento van a servir como alternativa de producción mientras se llega la siguiente fase productiva”.

*MSc. Dayra Blandón, Docente de la FAREM Estelí: debemos analizar el impacto que estos fenómenos tienen en la biodiversidad. Los huracanes incluyen otros riesgos tales como los deslizamientos, los que provocan arrastre de plantas y animales de estos sitios provocando así la desaparición de especies; una forma de mitigar este efecto es identificar esas zonas vulnerables, conocer los niveles de saturación de agua por ejemplo y ampliar la vegetación disponible en la zona para reforzar el sistema de alerta temprana. En los manglares y los mares pueden desaparecer especies porque el sedimento y los árboles caídos reducen la disponibilidad de oxígeno en el agua… Para preservar los bosques y la biodiversidad que se ve afectada durante los huracanes se debe diseñar planes de conservación de las especies, reforestar las áreas con ecosistemas de bosque húmedo y bosque seco para proteger así los recursos hídricos de la zona. Estos ecosistemas se constituyen en una barrera natural de protección para la población y para animales”.

*Dr. Carlos Rubí, Docente-Investigador del IGG-CIGEO: “en el aspecto geológico hay que tomar en cuenta la pérdida que sufren los suelos por las inundaciones o los deslizamientos. Habrá que esperar un tiempo para recuperar las condiciones del suelo y de los acuíferos de la zona. También es importante pensar en la acumulación de sedimentos en algunas zonas más bajas porque pueden exceder la cantidad de sedimentos en regiones como la Costa Caribe… Es importante estudiar la saturación del suelo en diversos tipos de terrenos; por ejemplo, los deslizamientos que se han presentado en Mina El Limón, en el volcán Casitas, en Bonanza y otros sucesos acontecidos en nuestro país pudieron enfrentarse de mejor manera si se conocían las condiciones geológicas de estas zonas, si se elaboran modelaciones de los posibles sitios afectados y mejoran los programas de ordenamiento territorial”.

*MSc. Erin Blandón, Docente-Investigadora del IGG-CIGEO: “es importante evaluar el impacto de los huracanes en todos los ecosistemas puesto que dejan daños, pero también nos dejan la oportunidad de prepararnos mejor para el futuro. Prestamos atención especial en el impacto generado en los ecosistemas artificiales, pero no es menos importante analizar el estado de otros elementos naturales como el ecosistema marino, una fuente importante para las familias de zonas costeras… En el casco urbano es importante reestructurar todos los medios de circulación para que pueda llegar la ayuda a las comunidades alejadas.

*Ing. Indiana Montoya, Docente de la FAREM Chontales: “es necesario repensar la reducción del riesgo en la biodiversidad sobre la base de los modelos de desarrollo que tenemos, debido a que hasta ahora la prevención en la naturaleza no se basa en las plantas ni en los animales. Debemos reorientar la cultura hacia el cuido común, incluir la conformación de brigadas especiales que puedan hacerle frente a la atención de especies en peligro de extinción, hacer inventario de los recursos disponibles… Es importante capacitar a las comunidades para que sean capaces de identificar algunos cambios en su alrededor para que estén prevenidos y así puedan responder ante los procesos de la naturaleza; también se pueden realizar investigaciones, programas de restauración de medios y de los ecosistemas, proyectos forestales de formación y educación. Se deben rescatar los conocimientos que las personas de las comunidades tienen y las universidades pueden fortalecer las capacidades investigativas y adaptarse a la realidad”.